El doctor en epidemiología por la Universidad de Yale y catedrático de la UNAM, Malaquías López Cervantes, mencionó que el regreso a clases presenciales se debe ponerse a discusión pública, además de establecer las condiciones en las que debe darse ese paso.

No es nada más fijar una fecha de manera arbitraria, se deben hacer todos los esfuerzos posibles para que los niños y jóvenes regresen a la escuela, ha sido perjudicial tenerlos fuera de la escuela, pero también puede ser muy perjudicial tenerlos en la escuela”.

Malaquías López Cervantes, doctor en epidemiología por la Universidad de Yale y catedrático de la UNAM.

Sobre el tema de que no se piensa cerrar las actividades económicas, expresó que no se puede poner como argumento central la idea de que estamos cansados, ya que eso no sustituye la idea de que debemos preservar la vida en las mejores condiciones posibles.

Señaló que se debe hablar sobre la importancia de la salud y tomarse en serio este fenómeno que se está viviendo, una infección muy intensa y muy frecuente dentro del grupo de jóvenes.

Respecto al almacenamiento y distribución de las vacunas, mención que hay una caja negra en México, pues las cifras de las que llegan y de las que se han aplicado no coinciden.

No obstante, indicó la importancia de considerar el hecho de que debe haber segundas dosis y tal vez por esa razón se tengan que almacenar algunas mientras llega el momento de su aplicación.

Agregó que el tema de la aplicación de las vacunas y su resguardo debe ser transparente para el bien de la sociedad y beneficio de las autoridades, esto debido a que en la actualidad no existen diagramas de flujo que permitan verificar los tiempos y flujos para que todos sepan qué se está haciendo.

Malaquías López Cervantes expresó que es importante que se involucre a las entidades federativas en la aplicación de las vacunas, ya que la aplicación vertical es inexplicable.

También, aseguró que es muy importante el estimular la participación de toda la sociedad, no depender de mecanismos centralizados ni verticales, que históricamente en todos los lugares, inclusive México, han demostrado ser los menos eficientes y los que finalmente no permiten que lleguen los beneficios necesarios a la sociedad con la prontitud necesaria.

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