Santi Fernández es el personaje principal del libro Bonitao, en el cual nos ofrece el testimonio de una etapa de su vida en la cual experimentó importantes cambios personales por diferentes circunstancias, con el propósito de encontrar respuestas a algunas interrogantes sobre la certeza y el amor incondicional por sí mismo.

Fue desde muy joven que se propuso alcanzar la libertad financiera, meta que se trazó durante la adolescencia, trabajó muy duro por muchos años para lograr el éxito profesional, lo que también implicó un desgaste emocional y físico, dejando atrás cosas importantes que derivaron en un gran vacío existencial.

Asimismo durante su carrera obtuvo reconocimientos profesionales que le llevaron a ser Vicepresidente de la Bolsa de Valores de Caracas y miembro no. 1 del Salón de la Fama de los Emprendedores egresados del Instituto de Estudios Superiores de Administración (IESA), mencionado como uno de los 10 presidentes ejecutivos del año 2006 por la revista Dinero-Venezuela; su actividad filantrópica lo convirtió en el primer inversionista del proyecto de Frank Ghery en Panamá: hoy su nombre bautiza a una de las salas del Biomuseo.

Un día decidió cambiar todo lo que no le gustaba de él, ante una relación sentimental que da paso a su primer gran deseo afianzado en esa intención: ser padre.

Años después aparece en su vida Pe, un hombre casado con una mujer y con hijos, con el que sostiene una intensa relación amorosa que lo somete a diferentes autopruebas y situaciones complejas; Pe es quien descubre la esencia de Santi y lo bautiza como Bonitao.

Sus grandes decisiones han sido guiadas por el corazón y no por la mente, el hecho de convertirse en corredor de Bolsa siendo hijo de taxista, ser padre en solitario de tres hijos, pedir matrimonio a alguien que no estaba disponible y cancelar una carrera profesional de 30 años (sin tener la menor idea de qué era un hashtag #) para comenzar una empresa de contenidos digitales de bienestar.

Este libro nos relata la evolución personal lograda por Santi, cómo su vida tuvo una transformación interna, lo cual culminó creando un centro de estudios del bienestar Yoinvierto, con el propósito de democratizar la información y brindar herramientas sobre el proceso de invertir en sí mismos.

Santi se considera un ser bendecido por haber encontrado el poder de saber quién es: una persona que evoluciona un poquito más hoy que ayer al conectar con el amor propio, el amor de padre, el familiar, el de pareja, el de amigos, en definitiva, con el amor incondicional.

Por Liliana Sandoval Galindo

Lic. en Trabajo Social por parte del Instituto Mexicano de Psicooncología (IMPo), Periodista de Oficio. Gerente de Operaciones en Visor Empresarial.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *