En España se dio a conocer, por un estudio realzado por los hospitales Gregorio Marañón e Infanta Sofía, de Madrid, y por el Reina Sofía de Tudela, de Navarra, que los bebés que nacen con anticuerpos contra el Covid-19, recibidos por la placenta tras la infección de sus madres, los pierden a los pocos meses de haber nacido.

La cantidad de tiempo estimado para que esto ocurra, suele ser antes de los seis meses.

Este estudio fue presentado ante el 2º Congreso Nacional Covid-19, el cual se realiza desde este martes 13 de abril hasta el próximo día 16. Este es organizado por 80 sociedades científicas, en el cual se evalúan los principales conocimientos científicos y médicos que se han realizado sobre el coronavirus a más de un año de haber iniciado la pandemia en occidente.

A lo largo de el Congreso se esperaba promover un mejor conocimiento común sobre la pandemia, desde un intercambio multidisciplinar de experiencias y el conocimiento.

Por el momento, el estudio presentado señala que el traspaso de anticuerpos a través de la placenta a los recién nacidos fue de manera común entre madres con Covid-19, mientras que los casos de infección neonatal fueron muy poco frecuentes y se dio tan sólo en hijos de madres con infección aguda sin anticuerpos en el parto.

Para la realización de este estudio, se recogió información epidemiológica, clínica y microbiológica de 141 madres con infección por SARS-CoV-2 durante el embarazo o el parto, y que dieron a luz entre marzo y noviembre de 2020, así como de sus hijos. Esto llevó a determinar los anticuerpos IgG frente al coronavirus, los que se generan una vez superada la infección activa.

Las embarazadas fueron clasificadas en tres grupos, esto de acuerdo a su situación frente al Covid-19 en el parto: infección aguda (PCR positiva, IgG negativa), reciente (PCR e IgG positivas) y pasada (PCR negativa, con infección documentada durante la gestación).

El 34% del total de mujeres tenía infección aguda (PCR positiva e IgG negativa, es decir, enfermedad activa pero todavía sin haber generado anticuerpos).

Fue en este grupo, que ninguno de los recién nacidos tuvo IgG positiva en sangre de cordón. Dos meses más tarde, tenían IgG positiva el 42.8% de las madres y el 11.5% de los niños, mientras que a los seis meses la tenía el 33.3% madres y ningún niño. El 30.5% tenía infección reciente (PCR positiva e IgG positiva, es decir enfermedad en curso). En este grupo, el 90.9% de los recién nacidos tenían IgG positiva en sangre de cordón; a los dos meses tenían IgG positiva el 95.8% de las madres y el 57.1% de los niños, y a los seis meses, el 83.3% de las madres y ningún niño.

En proporción a la infección pasada (PCR negativa con infección documentada durante la gestación e IgG positiva) el 35.5% la tenía; el 80% de las madres y el 84.8% de los recién nacidos tenían IgG positiva en el parto. Dos meses más tarde, el 82.3% de las madres y el 64.7% de los niños; y a los seis meses, el 57.1% de las madres y el 14.3% de los niños.

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