Maria Jose Suarez conductora y actriz forma parte de la asociación Voces Humanizando la justicia, la cual apoya a las mujeres que han sido violentadas

Después de tres años de haber comenzado a recordar y tomar terapia para entender qué fue lo que le sucedió, María José Suárez levantó una denuncia en contra del conductor de televisión Chito Villegas, por la comisión de delitos sexuales en su contra.

En la demanda, de la cual se tiene copia certificada, la actriz y conductora detalla cómo fue que el también cantante Chito Villegas la drogó con escopolamina -también conocida como burundanga o droga zombie-, la cual es capaz de reducir la voluntad y la memoria de las personas que están bajo sus efectos, y fue así que abusó de ella.

“Yo era La boca de Miembros al aire, todo empezó ahí, empecé a recordar. Un día fue un señor a hablar de drogas y cómo hacer intervenciones, empecé a tener flashazos y no sabía qué era, no me acordaba de nada. Al terminar el programa me acerqué con él y le cuento lo que me está pasando y me dice que me drogaron, entonces empiezo a cuestionar los recuerdos que estoy teniendo y me dijo que me dieron burundanga.

Es una droga que hace que estés despierta es que te puedes mover, pierdes la voluntad y se bloquean los recuerdos en el cerebro por muchos años, y a partir de ahí empecé a recordar. Cuando empieza el primer flashazo es como una cascada, empiezas a acordarte de todo”.

Maria José Suarez conductora y actriz

Fue a inicios de 2021 cuando la actriz comenzó a recordar lo que le había sucedido. En 2006 María José asistió a una fiesta con su grupo de amigos, entre los que también asistió Chito Villegas, y fue tras esta salida social cuando el conductor de Buenas bandas la agredió de regreso a su casa.

“Les pedí que me llevarán a mi casa primero porque me sentía muy mal, al llegar a mi domicilio me bajé de la camioneta, e intente con mucha dificultad abrir la puerta del mi edificio, en ese momento escuche que Chito se bajó de la camioneta y dijo: ‘yo me bajo también de una vez, así la acompaño la acompaño y de aquí me voy a mi casa’. Después se acercó a mí y me dijo: ‘te ayudo a entrar a tu casa y de paso me prestas tu baño porque me estoy haciendo pipi’. Al abrir la puerta de mi departamento, me sentí desvanecer y me apoyé en su brazo, una vez adentro me azotó de la parte superior de mi cuerpo es decir de los hombros, quedando mi espalda contra la pared.

“Cada vez sentía menos fuerza, me avienta a la pared y me da la primera cachetada, recuerdo la sensación de sentirme débil y no poder defenderme, me dio dos golpes más en la cabeza con la mano derecha y con su cuerpo sobre mí y estando de pie me comenzó a tocar los pechos y la vagina por encima de la ropa, no entendía, porque me sentía sin fuerza y muy mareada”, explica la conductora en la denuncia presentada el pasado 15 de abril en la Fiscalía General de Justicia.

Durante los tres años en los que María José ha recordado estos hechos tuvo que dejar su trabajo en la fundación Voces Humanizando la Justicia, la cual ayuda a mujeres violentadas, hasta poder sentirse lista para enfrentar el miedo y alzar la voz.

“Después de que me hice las pruebas periciales, porque quería seguir sanando, lo frené, pero ahora dije ya no más, no me voy a quedar callada, me siento como cuando llueve mucho y de las coladeras sale mucha agua, así pero de mierda, así me está saliendo a mí, la tengo hasta el tope, no hay un solo día que no me acuerde y me ponga a llorar, no hay un día que pueda estar tranquila, tengo una ansiedad terrible, no dejo que me toquen o que me abracen, ¿por qué tengo que tener una historia así?, ¿por qué tengo que seguir quedándome callada, porque estoy en el medio y me dedico a esto?, ¿por qué él puede ir por la vida haciendo chingadera y uno se tiene que quedar callada porque es mujer?

“He recibido comentarios de ‘sigue con tu vida, ya tienes dos hijos un esposo’… ¿y?, antes que otra cosa soy mujer y este pendejo me drogó, me violó y me golpeó y me prometí no quedarme callada por mí y por todas, porque yo no la libré pero habrá quien sí”, puntualizó Suárez a este diario.

A María José le “vale madre quién sea, no me voy a quedar callada”, porque es ese el trabajo de apoyo que realiza en la fundación, además de que está consciente de que es la única forma de visualizar este tipo de problemas y dar un mensaje de que hay una forma de continuar.

“Mis prioridades cambiaron cien por ciento, primero estoy yo, después yo y al final yo porque si no estoy bien no puedo estar bien con mis hijos que son mi prioridad, se que nunca voy a sanar al 100 pero que pueda tener una vida empática con el de a lado y mis hijos estén bien y el trabajo lo voy a provocar yo”, señaló.

Tras el inicio de este proceso Suárez ha ido poco a poco reconstruyendo su vida. Trata de inculcarle a sus dos hijos varones el respeto a las mujeres y criarlos como hombres responsables, además de continuar con su trabajo profesional.

“Tengo muchos proyectos, arrancan los telejuegos en Azteca este año otra vez hice un casting y me quedé, está bien padre el equipo. La vida te recompensa y te pone en el camino gente empática y gente buena.

“Mi esposo y yo tenemos un proyecto de teatro muy fuerte pero yo no he podido ensayar, la obra es muy fuerte, tengo otro bien padre con un amigo que va a ser un forum para directivos y empresas para que empiecen a vivir de manera más sana, y obviamente en la asociación. Regresé como víctima pero yo quiero ayudar, vine a esta vida a ayudar”, concluyó María José.

Por Liliana Sandoval Galindo

Lic. en Trabajo Social por parte del Instituto Mexicano de Psicooncología (IMPo), Periodista de Oficio. Gerente de Operaciones en Visor Empresarial.

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