En toda la República Mexicana, la violencia contra la mujer se ha extendido y continúa presente en todo tipo de sociedades y clases sociales, por lo que la concientización en este aspecto no sólo resulta de vital importancia por medio de la educación, sino que es posible contribuir como individuos a erradicar la violencia con acciones cotidianas, las cuales se tratarán a continuación para su práctica y difusión en el marco del Día de la Mujer.

La ONU Mujeres México, indica que una de cada tres mujeres en el mundo han sufrido violencia física y/o sexual a lo largo de su vida, mientras que en nuestro país 6 de cada 10 mujeres han sido víctimas de violencia.

Es por eso que ante el alarmante registro de casos registrados en el país, ONU Mujeres le exigió al Gobierno de México aplicar las siguientes medidas de prevención:

  • Atender las causas estructurales de la violencia contra las mujeres y niña.
  • Promover marcos normativos y de política pública que sean integrales; que tengan perspectiva de género y de interculturalidad.
  • Fortalecer a las instituciones estatales, así como a la sociedad civil.
  • Generar información estadística y evidencia que se encuentren alineados a estándares internacionales en la materia.
  • Proveer servicios accesibles de calidad para la atención de víctimas de violencia.

Sin embargo, estas medidas fueron emitidas en 2018, y en 2020 el Observatorio Ciudadano Nacional del Feminicidio reportó en agosto la desaparición de 5,223 mujeres y niñas, siendo que el 48% de estos casos tuvieron como víctimas a menores de edad. Mientras que en cuestión de feminicidios, el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP) reportó que de enero de 2018 a diciembre de 2020 fueron asesinadas 11,217 mujeres y niñas en México, siendo que el número de casos se reportó al alza.

Ante la situación reflejada en los datos, la participación de la población mexicana juega un papel fundamental para contribuir a erradicar la violencia contra la mujer, por lo que a continuación se exponen las siguientes acciones que se pueden aplicar en el día a día, algunas de ellas son aportadas por ONU Mujeres.

  • Creer y apoyar a las supervivientes de casos de violencia: Si una mujer experimentó cualquier tipo de violencia, resulta fundamental creer su historia, evitar la revictimización y apoyar facilitando el acceso a redes de apoyo u organizaciones especializadas en atender estos casos.
  • Aprender y enseñar sobre el consentimiento: NO es NO, y es fundamental que tanto hombres como mujeres aprendan que el obtener consentimiento es clave para respetar las decisiones de los demás.
  • Conocer las etapas del maltrato: Es posible caer en el círculo del maltrato y no poder distinguir que se está en él, por lo que resulta indispensable conocerlo, la primera fase del maltrato consiste en la tensión, en la cual crece el estrés y desaparece la comunicación, le sigue la fase de crisis en la que explota la violencia física y que puede resultar en lesiones o hasta la muerte, después aparece la fase de luna de miel, en la que el maltratador busca a la víctima y le promete cambiar, convenciendo a la pareja con regalos, atenciones y amabilidad, pero esta fase cambia rápidamente cuando vuelve a aparecer la fase de tensión. Para más información consultar el artículo del Sistema Nacional de Protección de Niñas, Niños y Adolescentes (SIPINNA).
  • Donar a organizaciones que apoyan a mujeres maltratadas: Cuando sea posible, apoyar con donaciones económicas ayuda a que más mujeres puedan obtener atención oportuna. Existen centros en los que además se puede donar ropa, alimentos no perecederos, entre otros.
  • Fomentar y aplicar la equidad social: Esto puede lograrse por medio de la educación, tanto personal como social, de manera que seamos capaces de compartir información y medidas necesarias para alcanzar la equidad social.
  • Reprobar actitudes o diálogos sexistas: Es común escuchar en las conversaciones cotidianas formas peyorativas o denigrantes de expresión sobre las mujeres, por lo que reprobar estas actitudes o diálogos dentro de nuestro círculo, así como mostrar sus repercusiones con datos de violencia actual, puede hacer la diferencia.

Es muy importante tomar en cuenta que solo apoyándonos entre mujeres podremos lograr un cambio para erradicar la violencia, formar redes de apoyo es fundamental para brindar confianza y apoyo a aquellas mujeres que viven la violencia día con día y no saben cómo salir del círculo vicioso en el que desafortunadamente viven.

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