En el Instituto Weizmann de Ciencia en Israel, un equipo de investigadores han desarrollado una nariz electrónica que es capaz de detectar -en tiempo real- la infección por SARS-CoV-2, el coronavirus que causa el Covid-19, en sólo 80 segundos. Esto se trata de una prueba conceptual que podría servir para la localización del virus en personas con síntomas y asintomáticas.

Esta prueba de concepto con una nariz electrónica genérica implica que una optimizada podría tener valor clínico y permitir un diagnóstico eficaz en tiempo real, lo que supondría un gran alivio en la pandemia de Covid”.

Resultados publicados en la revista PLOS ONE.

Para frenar la pandemia, el diagnostico rápido es la clave y, una de las vía para conseguirlo sería identificar los compuestos orgánicos volátiles emitidos por el cuerpo infectado, una manera más simple de decirlo es, identificar el olor de la infección. En la actualidad hay estudios que sugieren que los perros pueden utilizar su nariz para detectar a los pacientes con Covid, pero los científicos señalan que, por la magnitud de la pandemia, el despliegue de animales es una solución difícil.

La nariz electrónica, que lleva por nombre eNose, es una máquina que puede imitar el olfato de los animales y también, puede desplegarse a gran escala. Por sí solos, los virus no producen compuestos orgánicos volátiles, pero las células infectadas por el virus sí. Para el desarrollo de esta nariz han usado el “deep learning” (aprendizaje profundo).

Asimismo las eNoses contienen una serie de sensores, cada uno de ellos optimizado para un rango químico diferente, y la lectura de su patrón multisensorial puede entrenarse para, así, identificar objetivos que van desde infecciones virales o bacterianas hasta enfermedades no infecciosas.

Los investigadores, para probar la hipótesis de que la infección por SARS-CoV-2 está asociada a un olor corporal detectable por una eNose, realizaron sus experimentos en una estación de pruebas Covid en Tel Aviv, en la que los 500 participantes no tuvieron que bajar del coche.

En el experimento, los científicos no se centraron en el aliento exhalado en sí, sino en observar las vías nasales, identificada como un lugar de infección del coronavirus. Siendo así, el objetivo fue oler el conducto nasal interno.

Se les entregó una válvula de muestreo desechable a los participantes, la cual estaba unida al puerto de entrada de la eNose mediante un tubo flexible también desechable.

Las indicaciones fueron que fijaran la válvula a su fosa nasal durante 80 segundos mientras la nariz electrónica extraía muestras de aire. Momentos después, sin salir del vehículo, se sometieron a una PCR.

En un video en la cuenta del Instituto Weizmann, Noam Sobel, uno de los autores principales de la investigación, explica que todas las enfermedades tienen un olor. Esto es porque las enfermedades cambian los procesos metabólicos, los cuales tienen metabolitos que tienen olor.

Nuestra eNose, a pesar de sus reducidas capacidades en comparación con la nariz humana, es un dispositivo sensible, por eso decidimos usarlo para tratar de caracterizar el olor del covid-19″.

Equipo de investigadores del Instituto Weizmann de Ciencia en Israel.

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