Según un decreto publicado este jueves por el Estado del Vaticano, que emplea a unas cinco mil personas los empleados del Vaticano que rechacen vacunarse contra el Covid-19 corren el riesgo de ser despedidos.
El funcionario que no presente contraindicaciones médicas certificadas y se niegue a vacunarse contra el Covid-19 corre el riesgo de “graves consecuencias, que pueden incluir la conclusión de la relación laboral”.
Texto publicado en la página oficial dedicada a la salud y a la actual pandemia.
Sin embargo el decreto, que se basa en las sanciones previstas en una ley del Vaticano de 2011, precisa que no pueden ser contratadas las personas que rechacen vacunarse.
Es así como el Vaticano se refiere a “las acciones inmediatamente necesarias para responder a la pandemia” y subraya que el rechazo de la vacuna también puede constituir un riesgo para las demás personas, además de aumentar gravemente los riesgos en general para la salud pública.
También el decreto establece una serie de sanciones. Dejar de utilizar la mascarilla y el incumplimiento de la distancia de seguridad pueden ser objeto de multas que oscilan entre los 25 y los 50 euros (30 a 60 dólares). La violación de la cuarentena prevé multas de hasta 1.500 euros (1.800 dólares).
El Vaticano inició en enero una campaña de vacunación gratuita para todos sus empleados. El papa Francisco y el papa emérito Benedicto XVI ya fueron vacunados.