El erradicar de manera mundial el virus del Covid-19 es probablemente factible, y más que para la poliomielitis, pero considerablemente menos que para la viruela, señalan expertos, para quienes los principales retos son asegurar la alta aceptación de la vacuna y responder a las variantes del virus.
Esas fueron algunas de las conclusiones dadas en un análisis el cual incluye una puntuación comparativa de los factores técnicos, sociopolíticos y económicos de las tres infecciones, y que también apuntan, entre los desafíos, el lograr la necesaria cooperación internacional frente al nacionalismo de las vacunas.
La vacunación, las medidas de salud pública y el interés mundial por alcanzar este objetivo como consecuencia de los enormes estragos financieros y sociales, para los firmantes del estudio publicado en BMJ Global Health, hacen posible la erradicación.
Los expertos de la Universidad de Otago Wellington (Nueva Zelanda) añaden que los principales retos residen en asegurar una cobertura vacunal suficientemente alta y poder responder con la suficiente rapidez a las variantes que puedan eludir la inmunidad.
Para poder estimar de forma viable la erradicación del Covid-19, definida como la reducción permanente a cero de la incidencia mundial de la infección causada por un agente específico como resultado de esfuerzos deliberados, los investigadores la compararon con otras dos plagas víricas para las que se disponía o dispone de vacunas, la viruela y la poliomielitis.
Los expertos utilizaron un sistema de puntuación de tres puntos para cada una de las 17 variables, entre ellas se encuentra la disponibilidad de una vacuna segura y eficaz; la inmunidad de por vida; el impacto de las medidas de salud pública; la gestión gubernamental eficaz de los mensajes de control de la infección. De igual forma, la preocupación política y pública por las repercusiones económicas y sociales o la aceptación de las medidas de control.
En las puntuaciones medias en el análisis sumaron 2.7 para la viruela, 1.6 para el Covid y 1.5 para la poliomielitis.
Aunque nuestro análisis es un esfuerzo preliminar, con varios componentes subjetivos, parece situar la erradicación del Covid-19 en el ámbito de lo posible, especialmente en términos de viabilidad técnica”.
Expertos de la Universidad de Otago Wellington, Nueva Zelanda.
Se reconoció que, en relación con la viruela y la poliomielitis, en los retos de la erradicación del Covid-19 se encuentra la pobre aceptación de la vacuna y la aparición de variantes más altamente transmisibles que pueden evadir la inmunidad, superando potencialmente los programas de vacunación global.
No obstante, la evolución viral tiene sus límites, por lo que cabe esperar que el virus acabe alcanzando su máxima aptitud y que puedan formularse nuevas vacunas”.
Expertos de la Universidad de Otago Wellington, Nueva Zelanda.
Otros desafíos, considerados por los investigadores, son los elevados costos iniciales -para la vacunación y la mejora de los sistemas sanitarios- y el lograr la cooperación internacional frente al nacionalismo de las vacunas y la agresión anticientífica mediada por gobiernos. La persistencia del virus en los reservorios animales también puede frustrar los esfuerzos, pero esto no parece ser un problema grave, sugieren.
Por otra parte, acentúan el interés mundial sin precedentes en el control de la enfermedad y una inversión masiva en la vacunación contra la pandemia. Y, a diferencia de la viruela y la poliomielitis, el Covid-19 además se beneficia del impacto agregado de las medidas de salud pública, como los controles fronterizos, el distanciamiento social, el rastreo de contactos y el uso de mascarillas, que pueden ser muy eficaces si se despliegan bien.
La supresión del Covid-19 se ha logrado y mantenido durante largos períodos en varias jurisdicciones de la región de Asia-Pacífico, proporcionando una prueba de concepto de que la erradicación global es técnicamente posible.
La viruela se declaró eliminada en 1980 y dos de los tres serotipos del poliovirus también han sido erradicados a nivel mundial.