Después del contagio, los anticuerpos que genera la infección por el SARS-CoV-2 perduran entre 6 y 12 meses, estos protegen contra las diferentes variantes que circulan y, además, se potencian con las vacunas.
Un grupo de científicos liderado por el estadounidense Michel Nussenzweig, jefe del Laboratorio de Inmunología Molecular de la Universidad Rockefeller logró comprobarlo, siendo el día de ayer la publicación de los resultados a través de la revista Nature.
Analizaron muestras de sangre de 63 individuos que se recuperaron de Covid-19 en el año anterior. Después de un año de la infección, la actividad neutralizadora en contra de todas las formas del virus incluidas en este estudio era menor entre los que no se vacunaron que en las que sí lo habían sido.
Según una investigación de Public Health England, el recibir dos dosis de Pfizer/BioNTech protege 96% contra las hospitalizaciones debidas a la variante Delta, mientras que Oxford/AstraZeneca ofrece 92%.
Dos estudios científicos arrojan que la leche materna de mujeres infectadas con el virus o que fueron vacunadas, se transforma en un vehículo transmisor de anticuerpos para el bebé. Estos estudios se enmarcan en la iniciativa ‘MilkCorona’, desarrollada por el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y el Hospital Clínico Universitario de Valencia.