En China, la mayoría de los sus pobladores tienen pocas ganas de tener tres hijos debido a la falta de dinero, mucho trabajo o simplemente una preferencia por la vida de pareja, esto, pese a que el gobierno autorizó esta medida para combatir el envejecimiento de la población.
Desde finales de los años 1970, la política de limitación de nacimientos, impuso durante décadas para las parejas el hijo único, teniendo excepciones para las minorías étnicas y la población rural.
Aunque, frente al envejecimiento de la población, se fueron levantando las restricciones. Y a partir del pasado lunes, el Partido Comunista autorizó tres hijos por pareja, esto a unas semanas después de haber accedido a los preocupantes resultados del último censo decenal.
No tenemos tanto dinero para criar a los niños, ni tampoco mucho lugar en la casa. Entonces no hay ninguna razón para tener un tercer hijo”.
Yang Shengyi, joven padre.
La perspectiva de un solo hijo, e incluso de un casamiento, es algo impensable para muchos de sus compatriotas: la vida moderna les impone largos horarios de trabajo o de transporte, al igual que elevados costos para la vivienda y la crianza de los niños.