La reconocida calificadora Standard & Poor’s (S&P) ratificó la calificación de México en BBB/perspectiva negativa, una perspectiva negativa que pone en manifiesto el riesgo de un recorte de calificación en el próximo año, esto debido al agotamiento de las finanzas públicas, derivado del manejo de los complejos desafíos fiscales muchos de los cuales están relacionados con el manejo de la deuda de Pemex..
En una entrevista, la líder analista de calificaciones soberanas en S&P Global Ratings, Lisa Schineller, expuso qué representa esta calificación negativa para México de dos niveles arriba de grado de inversión y cómo repercutirá en la economía nacional.
Apuntó la calificadora que, según lo dado a conocer por S&P, la calificación dada a la baja podría mantenerse de esa forma si se incrementa la incertidumbre en torno a la autonomía de entes regulatorios y del poder judicial.
Señaló que para ratificar la calificación mexicana fue considerado, entre otros factores, la estabilidad económica del país, así como las políticas financieras adoptadas por la administración de la 4T.
Según la experta, si bien la situación fiscal tiene fortalezas, también cuenta con debilidades, asimismo se contempló el aumento de la deuda que si bien en comparación del año pasado es menor, esto se ha asumido con cautela para determinar el crecimiento en los años que viene.
De igual forma, destacó que la deuda soberana se mantiene estable, pero al mismo el apoyo que el gobierno le está brindando a Pemex y a CFE, empresas que cuentan con fuertes deudas y que no abonan a una mejor calificación.
Por su parte Arturo Herrera, secretario de Hacienda, reaccionó a la calificación de S&P a través de su cuenta de Twitter, indicando que esta ratificación es muestra de la solvencia de las finanzas públicas y la fortaleza macroeconómica.