Solicitaron los gobiernos de México y Argentina al Fondo Monetario Internacional (FMI) nuevos mecanismos para el alivio de la deuda de países de renta media.
Mediante un comunicado conjunto, el Ministerio de Economía de Argentina y la Secretaría de Hacienda de México dijeron que estos mecanismos pueden evitar una crisis de financiamiento derivada de la pandemia de coronavirus.
Dicho documento indica que si bien las naciones de ingresos medios tienen acceso a créditos, este no siempre es otorgado con tasas de interés bajas, por lo que proponen considerar nuevos mecanismos que beneficien a estos países.
Asimismo indicaron que “El crecimiento de los niveles de deuda en prácticamente todos los países es un claro resultado de la pandemia, debido a un mayor gasto para proveer estímulos económicos, incrementar los gastos en salud o como consecuencia de una caída substancial en los ingresos”.
Sin embargo los países latinoamericanos propusieron también la creación de un fondo específico dentro de las instituciones financieras internacionales, para favorecer una reestructuración más ordenada de la deuda de los países de ingresos medios en dificultades o la mejora de sus condiciones de financiamiento.
Es así como estas medidas, coincidieron las dependencias, pueden prevenir que la crisis provocada por el Covid-19 se convierta en una crisis de deuda en el mediano plazo.
También el documento, el Ministerio de Economía y la Secretaría de Hacienda recordaron que los países de ingresos medios representan 75 por ciento de la población mundial y albergan 65 por ciento de las personas en condición de pobreza.
Datos del Banco Mundial estiman que 120 millones de personas en el planeta cayeron en pobreza extrema el año pasado debido a la pandemia, de las cuales la gran mayoría, 94 millones, habitan en estas naciones.
México y Argentina hicieron un llamado para que con estas medidas la gran mayoría de la población mundial no se convierta en “la mayoría olvidada”.
Fue así como el comunicado conjunto fue enviado en el marco de las Reuniones de Primavera del Banco Mundial y a mes y medio de que el presidente de Argentina, Alberto Fernández, realizó una visita oficial a México en la que junto con el mandatario Andrés Manuel López Obrador sentaron las bases de un “nuevo eje progresista”, o antineoliberal, en América Latina.
En febrero los mandatarios coincidieron en romper con el pasado reciente de ambos y la herencia de los últimos gobiernos, así como buscar una distribución más equitativa de la riqueza.
La solicitud al FMI, ambos países recordaron que tras el impacto de la pandemia, las naciones más pobres requirieron del apoyo internacional, a través de la suspensión del servicio de la deuda, pero que las economías de ingresos medios quedaron olvidadas.
Dicha respuesta a la solicitud de México y Argentina, la directora gerente del Fondo Monetario Internacional, Kristalina Georgieva, dijo que tratará con los miembros del organismo si apoyan ofrecer financiación con intereses bajos o nulos a países de ingresos medios golpeados por la pandemia, y no sólo a los más pobres.
Georgieva afirmó que está preocupada por países dependientes de actividades como el turismo y otros de ingresos medios que tienen fundamentos más débiles y altos niveles de deuda antes de la pandemia, por lo que apoya en general la adopción de una definición más amplia de qué convierte en “vulnerable” a un país.
El Servicio para el Crecimiento y la Lucha contra la Pobreza del FMI (PRGT, por sus siglas en inglés) sólo puede prestar en la actualidad a las naciones más pobres, lo que limita la capacidad de que los países en desarrollo con niveles de ingreso más altos consigan préstamos a bajo o nulo interés del Fondo.
Naciones Unidas y otras instituciones han instado al Grupo de 20 principales economías a que expandan una congelación de los pagos de la deuda bilateral oficial y un nuevo marco de trabajo común para el tratamiento de la deuda para incluir a tales países, muchos de los cuales han sufrido un fuerte impacto por la pandemia y sus efectos económicos.
Funcionarios de finanzas del G-20 respaldaron el miércoles una expansión de 650 mil millones de dólares de las reservas de emergencia del FMI, o Derechos Especiales de Giro (DEG), por lo que los miembros más ricos del Fondo podrán prestar al PRGT para ayudar a los países más pobres.
Afirmó que el FMI espera acabar el trabajo sobre una propuesta formal para la asignación de los 650 mil millones de dólares de los DEG para mediados de junio, y que también evaluan soluciones para que los miembros del Fondo presten sus reservas para ayudar a los países pobres.
Según indicó, es “realista” que los miembros puedan acceder a las reservas expandidas a mediados de agosto, pero declinó dar una estimación sobre cuántos DEG podrían ser compartidos por los países más ricos.