En las últimas horas se dió a conocer la aparición de una nueva variante del Coronavirus, ahora es de origen japonés que se suma a las nuevas cepas que ya existen como la británica, sudafricana, brasileña, nigeriana o californiana .
Asimismo, conforme pasa el tiempo, el virus continúa mutando y las cepas se conocen por la región en donde las variantes van surgiendo. Ahora fue en el Hospital de la Universidad Médica y Dental de Tokio donde se detectó la nueva cepa y ya comienza a preocupar por las implicaciones que podría tener.
Fue en el 70% de los pacientes infectados durante marzo que ya tenían esta variante. El seguimiento comenzó con 14 personas quienes dieron positivo al virus, de las cuales 10 se habían enfermado con esta nueva mutación.
Sin embargo, lo curioso fue que ninguno de los pacientes había viajado recientemente al extranjero ni estuvieron en contacto con personas que salieron del país, de acuerdo con un informe del hospital.
La variante japonesa tiene la mutación E484K, también se conoce como ERIK, y la comparte con las cepas brasileña y sudafricana del virus.
También la nueva cepa afecta la capacidad de las vacunas para acabar con el virus, pero no la elimina por completo. “Cuando nos hemos infectado antes con otras variantes diferentes, algunos anticuerpos no funcionan. Sin embargo, eso no significa que dejemos de tener inmunidad. Es capaz de reducir la eficacia, pero no la elimina”
Estanislao Nistal, profesor de Microbiología de la Universidad CEU San Pablo.
Dicho investigador dijo también que en un futuro será necesario replantear las vacunas para incluir a las variantes que han surgido a fin de poder combatirlas.
La variante japonesa aún continúa analizándose de última hora, por lo que no se sabe con certeza si es más mortífera o más contagiosa. El hecho de que esta nueva variante sea más fácil de propagar ocasionaría un aumento en la capacidad hospitalaria por el incremento en el número de enfermos.