Las autoridades de EU están tratando de trasmitir un mensaje más enfático ante el elevado número de migrantes, en su mayoría centroamericanos, que buscan asilo cruzando la frontera de México hacia Estados Unidos: “No vengan. La frontera está cerrada”.

Aunque como bien se sabe la realidad es otra.

Mientras Estados Unidos está expulsando a familias migrantes e individuos a México bajo una orden del mandato del expresidente Donald Trump para limitar la propagación del Covid-19, miles de familias han sido liberadas en suelo estadounidense en recientes semanas, para que esperen por el resultado de sus casos de inmigración.

Por otra parte el secretario de Seguridad Interior Alejandro Mayorkas apareció en cinco programas de televisión el domingo para hacer las advertencias, agentes fronterizos en el Valle de Río Grande en Texas liberaron a familias migrantes para reducir la presión sobre las atestadas instalaciones de detención, sin fijar fechas para sus audiencias en cortes.

La separación de las familias está alentando a más migrantes y causando frustración entre activistas a favor de los derechos de indocumentados y agentes fronterizos.

Es así como a dejado al mandatario Joe Biden, un demócrata, abierto a las críticas de republicanos de que está animando a más personas a cruzar la frontera, a pesar de que los centros de acogida están abarrotados y enfrentan un mayor riesgo de propagación del coronavirus.

Cabe señalar que por el momento los migrantes hallados en la frontera este año han sido adultos solteros que viajan mayormente desde México y que a menudo son deportados rápido. Algunas personan suelen reincidir.

Pero el número de familias arrestadas casi se triplicó en febrero respecto del mes anterior a alrededor de 19 mil. Durante ese mismo periodo, el número de menores que no viajaban acompañados por adultos en la frontera también se incrementó, aunque a un menor ritmo.

No obstante el Gobierno señaló que la frontera estaría cerrada a familias, anunció un contrato de 86 millones de dólares para acoger a familias de indocumentados considerados vulnerables en hoteles estadounidenses mientras se procesan sus casos.

Mayorkas mencionó el domingo que solo los menores no acompañados estaban eximidos de las políticas de deportaciones, conocidas como Título 42, que fueron activadas por el expresidente Trump en marzo del 2020, al comienzo de la pandemia del coronavirus.

Pero los datos internos de la Oficina de Aduanas y Protección Fronteriza (CBP) compartidos con Reuters mostraron que solo alrededor del 15% de las familias detenidas el 17 de marzo fueron expulsadas bajo el Título 42. Aunque solo es una instantánea de un día, la figura muestra la aplicación desigual de la política en toda la frontera.

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