En el transcurso de la última década, la industria de cannabis en México ha creado una gran cantidad de cuestionamientos, desde el posible impacto económico hasta las ventajas y desventajas en términos de salud pública que tendría el acceso a productos derivados de cannabis, pero la realidad es que el cannabis y las industrias que se derivan de esta familia de plantas ya ha demostrado ser un motor eficiente para diversas industrias y países.
Para poder disminuir los mitos que se le adjuntan al cannabis, es necesario entender las diferencias jurídicas que existen entre el cáñamo y la marihuana a nivel internacional.
De acuerdo con las regulaciones internacionales, la marihuana es considerada como aquella planta que se utiliza con fines psicotrópicos (ya sean medicinales o recreativos), y esto es debido a que su composición química contiene más del 0.3% de componentes psicotrópicos. Por su parte, se considera cáñamo a aquella planta que se cultiva con fines industriales y tiene menos del 0.3% de componentes psicotrópicos.
Estas definiciones son clave para entender el mercado global de cannabis, ya que la mayoría de los países mantienen una prohibición general hacia la marihuana, mientras que el cáñamo y sus extractos han sido aceptados para su producción y conversión industrial, como en el caso de China y Rusia, donde la portación y consumo de marihuana son considerados delitos, aunque ambos países son los principales productores de cáñamo con fines industriales.
En México el caso es completamente distinto, ya que diversos inversionistas dentro de la industria de cannabis han puesto sus ojos en nuestro país debido al gran potencial que tiene para la producción de ambas plantas, así como la apertura que tienen los consumidores para obtener productos derivados de cannabis, ya sea con fines recreativos o medicinales.
A pesar del interés de diversos inversionistas y el potencial económico estimado en más de 2 mil millones de dólares para 2028, la industria mexicana de cannabis ha tenido grandes avances y retrocesos en la última década, siendo los más relevantes la publicación del Reglamento de la Ley General de Salud en Materia de Control Sanitario para la Producción, Investigación y Uso Medicinal de la Cannabis y sus Derivados Farmacológicos emitida en enero de este año, así como la Declaratoria de Inconstitucional hacía la prohibición del cannabis emitida por la Suprema Corte de Justicia de la Nación en junio de este año, pero estos grandes pasos no son suficientes para que la industria mexicana de cannabis sea una realidad.
La industria mexicana de cannabis puede ser una realidad y aportar grandes ventajas económicas, no sólo mediante la creación de un mercado con fines recreativos cercano a los 600 millones de dólares, y un mercado medicinal de aproximadamente mil 300 millones de dólares, también se deben hacer consideraciones legales para que el mercado de construcción, textiles, cuidado de la piel y belleza se vean beneficiados con el uso de diversos cannabinoides, lo que podría incrementar drásticamente las ventajas económicas ofrecidas por el cannabis, además de aumentar la oferta de empleos en diversos sectores”.
Raúl Elizalde, CEO de HempMeds.
En términos generales, si existiera una regulación similar a la de Estados Unidos donde se hagan diferencias legales entre cáñamo y marihuana, tardaríamos un par meses en contar con productos cosméticos y alimenticios disponibles para el mercado mexicano, y tan sólo en el primer semestre posterior a la misión de regulaciones, se iniciaría la importación de materias primas como fibras para la producción de textiles y autopartes, al mismo tiempo que ingresarían al país extractos no psicoactivos como CBD, CBG y CBN para la creación de suplementos alimenticios y productos cosméticos en nuestro país.
Durante ese mismo periodo de tiempo se abrirían oportunidades para la reconversión de diversos cultivos con el fin de iniciar la producción local de materias primas.
Hablar de las ventajas económicas de la industria mexicana de cannabis es complicado en este momento, ya que sólo contamos con una regulación para la creación de productos farmacológicos, en el caso de HempMeds llevamos años de avances realizando investigación y desarrollo de este tipo de productos lo que nos pone en una posición privilegiada para iniciar protocolos de investigación enfocados a buscar las aprobaciones de algunos de nuestros productos, pero no es la constante dentro de la industria, ya que este tipo de investigaciones llevan mucho tiempo y requieren de recursos altamente especializados.”
Raúl Elizalde, CEO de HempMeds.
El compromiso de HempMeds siempre ha estado con las personas, esa es una de las razones principales para instar a que los legisladores promuevan la creación de nuevos reglamentos que permitan el acceso a productos derivados de cannabis, estableciendo una diferencia clara con el fin de impulsar el bienestar de diversos sectores.