Japón no ha bajado la guardia y aumento el estado de emergencia en el área de Tokio durante dos semanas, a menos de cinco meses de los Juegos Olímpicos de Tokio, pospuestos por la pandemia.
Por su parte el primer ministro, Yoshihide Suga, anunció la decisión -que afecta a la capital y a tres regiones cercanas- y advirtió a la población de que no celebre los tradicionales picnics de primavera bajo los cerezos en flor.
Los Nipones han registrado un brote comparativamente pequeño, con unas ocho mil 100 muertes, y ha evitado imponer los cierres generales que se dan en otros países.
El estado de emergencia, que exige principalmente el cierre de bares y restaurantes a partir de las 20:00 locales, debía terminar el domingo y se levantó antes en otras regiones
Y aunque se a reducido los contagios en la capital, pero el ritmo de descenso está disminuyendo y los expertos advierten de un posible resurgimiento cuando se eliminen las restricciones.
Las medidas de continuará en las prefecturas de Tokio, Saitama, Chiba y Kanagawa hasta el 21 de marzo, cuatro días antes de que comience el relevo de la antorcha olímpica en la prefectura nororiental de Fukushima.
La prórroga de dos semanas podría costar a la economía 700 mil millones de yenes (6 mil 500 millones de dólares) más en pérdidas de consumo, según predijo el grupo de expertos NRI, con sede en Tokio.