El gobernador del Banco de México, Alejandro Díaz de León, dio a conocer que la permanencia de la tasa de interés en un 4.0 por ciento es una decisión que corresponde a un entorno externo complejo en el que se prevé un ligero crecimiento, pero de igual forma un aumento generalizado en los costos de materias primas, en las variaciones en el mercado energético, así como otros factores que afectan la inflación.
Asimismo en una entrevista el representante dijo que se busca que la inflación se encuentre en un tres por ciento en el segundo trimestre del año; no obstante, argumentó que se revisará el pronóstico sobre este indicador para ofrecer nuevas cifras que tenderán a números mayores a los esperados para el próximo año.
Expresó que el mantener la tasa de interés permitirá obtener la mayor estabilidad posible dentro de este entorno y fortalecerá la economía mexicana ante un panorama complicado.
Afirmó que, además que la contracción de la economía derivada del coronavirus ha ocasionado un panorama que necesita hacer un balance de riesgos sobre qué tanto alcance tenga en la República Mexicana la inyección de capital en Estados Unidos para reanudar su economía.
Sin embargo argumentó que el estímulo fiscal en la administración de Joe Biden podría incitar en México en un contexto favorable que dé pie a una mayor demanda de materiales.
Marcó que es muy probable tener una mayor recuperación económica por el panorama, aun cuando dijo que esto sería más loable si se toma en cuenta la oportunidad de mejorar la producción interna, así como la inversión.
Enfatizó que es necesario que el país se convierta en un factor determinante para otorgar suministros a Norteamérica por medio del aprovechamiento del T-MEC.
Para concluir, pronosticó que México afrontará, por un lado, un ambiente favorable por su aporte en la cadena de suministros en el vecino el norte, pero a la vez tendrá que hacer frente a los riesgos y los retos del mercado financiero que enfrente una inflación mayor a la que se prevé