Las FIBRAs son un instrumento financiero cuyas siglas significan Fideicomiso de Inversión en Bienes Raíces. En Estados Unidos se pueden encontrar como REITS o Real Estate Investment Trust.  De acuerdo a la plataforma  dealogic, dedicada al análisis de mercados, en  los Estados Unidos hay unos 240 REITs listados, un mercado equivalente a un billón de dólares, con la constitución de ETFs que poseen una capitalización bursátil conjunta de más de US$68 mil millones.

Hoy en día, los REITs están presentes en 35 países del mundo bajo una u otra denominación. Según un análisis de Nareit, la capitalización bursátil de los REIT en todo el mundo era de 1,517 trillones de dólares a 30 de junio de 2021.

En México,  en el 2011,  la primera FIBRA en salir al mercado fue Fibra Uno (FUNO) enfocada en propiedades de tipo industrial, comercial, oficinas y de uso mixto. Posteriormente fueron saliendo distintas FIBRAs enfocadas en uno o varios tipos de inmuebles; 2013 fue el año donde el mayor número de Ofertas Públicas Iniciales (OPI) de CBFIs Certificados Bursátiles Fiduciarios Inmobiliarios se llevaron a cabo.

América del Norte registró solidez en los sectores estadounidenses de auto almacenamiento con más del 79,4%,  el de la industria y logística con 62,6%, residencial  con más del 57,9% y comercio minorista con el 52,1%; cada uno de ellos obteniendo una rentabilidad superior a la del índice.

De acuerdo con datos de la Asociación Mexicana de FIBRAS Inmobiliarias AMEFIBRA, en México, este sector medido por activos totales, equivale al 3.8% del Producto Interno Bruto (PIB), sólo por debajo de las remesas que representan el 4% del PIB Nacional. Actualmente, AMEFIBRA se compone de 15 fibras inmobiliarias mexicanas con un valor de más de 660 millones en activos de inversión.

Con base en las  tendencias relacionadas con los REITs en Estados Unidos, se especula que llegarán a México nuevas fibras  enfocadas a diversos sectores de las actividades económicas del país.  Sin embargo, estos fideicomisos inmobiliarios siguen con trámites abiertos en el centro bursátil para lanzar su oferta pública inicial.

Una de las tendencias que formaría parte, es en el sector agropecuario el cual la finalidad es impulsar el desarrollo del campo mexicano de una forma eficiente y transparente.

De acuerdo al INEGI, el 19% de los hogares mexicanos dependen económicamente de manera directa o indirecta éste sector, comprende el 4% del valor de las exportaciones del país de los productos del campo procesados y este sector es clave en estrategia para mitigar el cambio climático y preservar el medio ambiente.

De hecho, cabe destacar que toda actividad empresarial tiene una repercusión medioambiental y social, de aquí surgen los criterios ASG/ESG, los cuales se conforman por diferentes áreas que afectan  tanto a la empresa como a los gestores de inversión y su entorno, considerándose la integración de 3 aspectos: Ambientales, Sociales y de Gobierno Corporativo.

En el aspecto ambiental, otra tendencia que se considera que está por llegar a México está relacionada con enverdecer tanto a los edificios como construcciones nuevas. Por lo que  se tendrá que aplicar eficiencias en su operación y al realizar actualizaciones  con la implementación de nuevas tecnologías se van a enfrentar los problemas de sostenibilidad de los recursos, logrando a largo plazo ahorros de por lo menos 40% en energía, 20% en agua y 20% en energía embebida en materiales para antes del año 2050.

Por otro lado, el criterio ASG especialmente con el aspecto social,  se trata de la relación de la empresa con la sociedad con un especial cuidado en aquellos con los que tienen una relación más directa: empleados, accionistas, clientes, proveedores o aquellas comunidades locales donde genera su actividad.

Otra tendencia está relacionada con la  inversión en bienes raíces especializado en el negocio de vivienda en renta la cual ofrecerá una alternativa de inversión institucional en un sector que hasta ahora está vacante en el sector de Fibras de México y  se coloca como un instrumento en el nuevo centro bursátil.

El documento indica que la oferta del fideicomiso inmobiliario en el mercado de vivienda en renta en México está compuesto por aproximadamente 5 millones de unidades, lo que representa 15% del mercado total de vivienda en dicho país. La importancia de esta FIBRA  ofrecerá una nueva alternativa de inversión institucional en un sector que hasta ahora estaba vacante dentro de las Fibras en el país.

Se estima que con la emisión de estos nuevos fideicomisos, se podrían desarrollar alrededor de seis proyectos de vivienda en renta, ubicados en los estados de Jalisco, Guanajuato, Querétaro y Nuevo León. Estos proyectos podrían contar con un aproximado de 1.142 viviendas, que estarán listas para operar entre 2023 y 2024.

Por Liliana Sandoval Galindo

Lic. en Trabajo Social por parte del Instituto Mexicano de Psicooncología (IMPo), Periodista de Oficio. Gerente de Operaciones en Visor Empresarial.

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