Por: Redacción
La pandemia del COVID-19 comprometió los sistemas de salud en México y América Latina, causando estragos en su capacidad de brindar cuidados a pacientes con patologías y enfermedades no transmisibles, como el cáncer. Por esta razón, Roche, compañía líder en salud personalizada y una de las mayores empresas biotecnológicas del mundo, junto con expertos médicos, y otras organizaciones incluyendo la Americas Health Foundation, el EY-Parthenon team, y el Catalyst Consulting Group, desarrollaron el estudio: El impacto de la pandemia de COVID-19 en el cuidado del cáncer en América Latina.
Actualmente, el cánceres la segunda causa de muerte en la América Latina, con más de 700 mil muertes registradas en el 2020. En el caso de n México, se registraron más de 90 mil muertes durante el mismo año, según el Instituto Nacional de Geografía y Estadística (INEGI). Cabe resaltar que la tasa de defunciones aumentó durante la última década, pasando de 6.18 defunciones por cada 10 mil personas en 2010 a 7.17 por cada 10 mil personas en 2020, lo que refleja la importancia del impacto económico en la sociedad y en los sistemas de salud.
De acuerdo con la encuesta encabezada por Roche, en el caso de México, tuvo impacto significativo en la atención médica, ya que 67% de los encuestados de organizaciones de pacientes informaron que las personas con cáncer experimentaron retrasos para obtener tratamientos y atención de salud, y el 15 % informó que los pacientes no pudieron recibir sus tratamientos.
Otro aspecto evaluado señala que en nuestro país se experimentaron retrasos en cirugías en un 74 %, diagnósticos en un 60 % y quimioterapias en 65 %. En este último caso, las interrupciones de la quimioterapia fueron comunes a decir de los médicos encuestados, con el 76 %, mientras que más del 10% de sus pacientes faltaron al menos a un ciclo o cita.
“Los resultados del estudio dejaron en evidencia los grandes desafíos que ya veníamos analizando de cerca antes de la pandemia. Sin embargo, la carga que han tenido que afrontar nuestras redes de atención en estos últimos dos años ha reforzado la necesidad de actuar ahora para fortalecer nuestros sistemas de salud y capacitarlos para brindar los cuidados necesarios para todos los pacientes, aún en situaciones de emergencia sanitaria”, afirmó Rolf Hoenger, Área Head, Roche Pharma para América Latina.
El estudio evaluó el impacto de la pandemia en 18 variables clave vinculadas al cuidado del cáncer en 11 países de la región, a través de encuestas de percepción con organizaciones de pacientes, profesionales médicos de centros oncológicos y un modelo matemático para estimar el impacto económico de la pandemia en lo relativo al cuidado de cáncer.
La Dra. Mariana Rico, directora médica del Americas Health Foundation y autora del estudio, enfatizó que, “La atención fragmentada de los pacientes con cáncer ha sido un problema recurrente en Latinoamérica, contrastando con el estándar contemporáneo del cuidado del cáncer que incluye un abordaje coordinado con equipos multidisciplinarios. La pandemia, entre todos los desafíos que trajo, también agravó esta fragmentación, resultando en atención poco oportuna y muchas veces de calidad subóptima”.
Junto con los hallazgos, el estudio destaca las siguientes medidas a implementar para fortalecer los sistemas de salud y mejorar su capacidad de respuesta: Los gobiernos deben reconocer y comprender la carga generada por la pandemia en el cuidado del cáncer para implementar estrategias integrales que mitiguen este impacto. Y, en consecuencia, priorizar la detección temprana y el acceso oportuno al tratamiento, así como evitar interrupciones en el tratamiento de todo tipo de cáncer para reducir la tasa de mortalidad y mitigar el impacto económico. Lo que solo se logrará si se trabaja en una óptima distribución de recursos en la región mediante la optimización de las capacidades existentes y acudir a la tecnología para aprovechar el uso de datos y la telemedicina.
A través de esta colaboración entre expertos médicos, organizaciones de la sociedad civil y Roche, este estudio pretende contribuir, a los esfuerzos de los gobiernos y los sistemas de salud de la región, para identificar soluciones integradas a cada desafío, con el fin de estar mejor preparados ante cualquier crisis o emergencia como lo ha sido esta pandemia.