El éxito de la exposición “Un Cauduro es un Cauduro (es un Cauduro)“, de Rafael Cauduro, en el Colegio de San Ildefonso ha alcanzado un nivel de asistencia pocas veces visto desde antes de la llegada de la pandemia. Por ello, quizá muy pronto tendremos que empezar a hablar de una Cauduromanía en la Ciudad de México.

Asimismo de manera complementaria a la exhibición, el Colegio de San Ildefonso realizará recorridos especiales, visitas para escuelas, aperturas nocturnas, un nutrido ciclo de conferencias, un concurso de fotografía juvenil inspirado en la obra del artista, un taller familiar de muralismo impreso y otras actividades que puedes consultar en su sitio web.

Dicha exposición rinde homenaje a la trayectoria del maestro, el Estudio Cauduro ha planeado un recorrido que cualquier persona puede hacer por distintos puntos de  la Ciudad de México para empaparse del paisaje artístico que Rafael Cauduro ha creado.

La Ruta Cauduro comprende El Colegio de San Ildefonso, la Suprema Corte de Justicia de la Nación, el Metro Insurgentes y “El Condominio”, mural que se encuentra en el Edificio Cauduro, el cual alberga en su interior al prestigioso restaurante Filigrana, que también se une al recorrido que rinde homenaje al muralista mexicano.  

Ataviado de una aparente armadura de diamante, compuesta de cristales biselados, con jardineras verdes y una pequeña terraza, relumbra en la Condesa el restaurante Filigrana, el proyecto culinario de  Martha Ortiz, una de las chefs más reconocidas de México que ha recibido diversos galardones internacionales, ha impartido cátedras y charlas en distintas universidades y está entre los 50 de Latinoamérica de la célebre  lista San Pellegrino. Posee otros proyectos culinarios: Dulce patria, Águila o Sol y Ella canta, este último ubicado en la ciudad de Londres y que se ha ganado el corazón y el paladar de los ingleses.

Hija de la también afamada pintora y escritora Martha ChapaMartha Ortiz ayudaba desde niña a su mamá en la investigación de campo para sus libros sobre gastronomía. Por ello, entendió desde ese momento que lo pictórico y lo culinario están estrechamente vinculados.

Por Liliana Sandoval Galindo

Lic. en Trabajo Social por parte del Instituto Mexicano de Psicooncología (IMPo), Periodista de Oficio. Gerente de Operaciones en Visor Empresarial.

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