Por: NotiPress
Una persona puede desarrollar inmunidad a una enfermedad de diversas maneras; para algunas, como el sarampión o varicela, tener la infección conduce a una inmunidad de por vida. Por otro lado, hay quienes tienen una primera línea de defensa conocida como inmunidad innata, además de la generada gracias a la vacuna. Para la Covid-19, hay diferentes escenarios de inmunidad que dependen del patógeno en cuestión y del sistema inmunológico de cada individuo, pero que no son 100% efectivas, según especialistas del Hospital Houston Methodist.
La inmunidad natural o adaptativa está codificada en los genes de cada persona, protege a un organismo durante toda su vida y consiste en defensas externas e internas. Las externas incluyen elementos como la piel, lágrimas y el ácido del estomago para proteger a un organismo de la exposición a patógenos. Las internas se dirigen a un patógeno una vez que ha ingresado al cuerpo y se manifiestan en una inflamación o fiebre. Por otra parte, la inmunidad inducida por vacuna, o artificial activa, se produce cuando alguien se protege contra una enfermedad mediante la administración de una vacuna. Estas utilizan una forma debilitada del virus para estimular una respuesta inmune y generalmente se administran mediante una inyección.
¿Cuál de los dos tipos de inmunidad es más fuerte a Covid-19? Para el doctor David Bernard, director médico de patología clínica del Houston Methodist, una persona tiene cuatro posibilidades de inmunidad contra la Covid-19: inmunidad natural, inducida por vacunas, combinada (natural y vacunas) y sin inmunidad. “Las personas que más preocupan son obviamente los no vacunados que no tienen ningún tipo de inmunidad y, en segundo término, aquellos no vacunados que solo tienen inmunidad derivada de una infección previa por Covid-19″, comenta Bernard.
De acuerdo con el especialista, aquellas personas con solo inmunidad natural tienen un nivel de protección bajo para Covid-19. Estudios como el de Jama network, han comprobado que la gran mayoría de personas que fueron infectadas con Covid-19 producen anticuerpos y células inmunes entrenadas contra esta enfermedad, sin embargo, no se puede determinar el grado de protección adquirida. “La infección sí conlleva a la generación de anticuerpos contra el virus, pero muchos de éstos no protegen de una reinfección. La vacunación, por su parte, ofrece un nivel mucho mayor de anticuerpos protectores, en comparación con los generados después de haber tenido Covid-19“, explica Bernard.
Por su parte, la inmunidad adquirida por vacuna, presenta mayor protección, incluso generando 25 veces menos riesgo a ser hospitalizadas por Covid-19. Según los Centros para el control y la protección de enfermedades de Estados Unidos (CDC) las vacunas contra Covid-19 protegen de los síntomas y reduce la propagación de la enfermedad. Para que la vacuna brinde el máximo beneficio, se deben aplicar dos dosis de vacunas como Pfizer, Moderna y Johnson & Johnson, pues una sola dosis aporta protección solo en corto plazo.
Una persona es considerada totalmente vacunada dos semanas después de su segunda aplicación de la inmunización a Covid-19. Tener inmunidad adaptativa generada después de la infección de Covid-19 y además inmunidad adaptativa postvacunación, pareciera dar mayor protección, pero esto no significa que sea una mejor protección. Los CDC recomiendan aplicarse la vacuna contra Covid-19 lo antes posible, siguiendo las indicaciones de los gobiernos locales. Seguir tomando todas las precauciones sanitarias, antes y después de tener la vacuna completa y en especial si se vive en un área con alta transmisión de Covid-19.