Después de recibir la primera dosis de la vacuna contra el Covid-19 muchos optaron por no aplicarse la segunda dosis teniendo diversas razones, sin embargo, un nuevo estudio Universidad Northwestern mostró las consecuencias y la importancia de adquirir el refuerzo. 

Esta investigación se focalizó en los biológicos de Pfizer y Moderna, y concluyó que, dos meses después de la segunda vacunación, la respuesta de anticuerpos baja un 20 por ciento en adultos con casos previos de Covid-19. Además, el estudio prueba que tan bien las vacunas actuales resisten las variantes emergentes.

Los investigadores de la Universidad Northwestern resaltaron la importancia de recibir una segunda dosis, no sólo porque la inmunidad de los biológicos se reduce con el tiempo, sino que además por el riesgo que presentan las variantes emergentes, incluida la variante delta, la cual es altamente contagiosa.

En el estudio también se mostró que la exposición previa al SARS-CoV-2 no garantiza un elevado nivel de anticuerpos, ni una sólida respuesta de anticuerpos a la primera dosis de vacuna. Esto refuta directamente la suposición de que contraer Covid-19 de manera natural hará que alguien sea inmune a la reinfección. Los hallazgos se apoyan aún más la vacunación (y dos dosis), incluso para las personas que han contraído el virus anteriormente.

Un grupo de científicos examinaron muestras de sangre de adultos que habían dado positivo en SARS-CoV-2, esto para medir cuánto duran los beneficios de inmunidad de las vacunas Pfizer y Moderna, además de qué tan bien protegen de las vacunas contra nuevas variantes.

Estos participantes fueron seleccionados de una muestra comunitaria de adultos pertenecientes al área de Chicago reclutados al comienzo de la pandemia. Con el uso de kits de prueba de anticuerpos, los participantes enviaron muestras de sangre dos o tres semanas después de su primera y segunda dosis de vacunación y dos meses después de la segunda dosis.

Los investigadores probaron anticuerpos neutralizantes midiendo si la muestra de sangre podría impedir la interacción entre la proteína de pico del virus y el receptor ACE2; esta interacción es la forma en que el virus causa una infección una vez que ingresa al cuerpo. Probaron las variantes emergentes B.1.1351 (Sudáfrica), B.1.1.7 (Reino Unido) y P.1 (Brasil) y hallaron que el nivel de inhibición de las variantes virales era significativamente menor, oscilando entre el 67 por ciento y el 92 por ciento.

Al observar las muestras que se recolectaron dos meses después de la segunda dosis, encontraron que las respuestas de los anticuerpos descendieron aproximadamente en un 20 por ciento. Encontraron que la respuesta de los anticuerpos a la vacunación variaba de acuerdo el historial de infección previa.

Las personas con casos confirmados de Covid-19 y síntomas múltiples, tuvieron un mayor nivel de respuesta que aquellos que dieron positivo pero tenían síntomas leves o estaban asintomáticos.

Muchas personas, y muchos médicos, están asumiendo que cualquier exposición previa al SARS-CoV-2 conferirá inmunidad a la reinfección. Con base en esta lógica, algunas personas con exposición previa no creen que necesiten vacunarse. O si se vacunan, piensan que solo necesitan la primera dosis de las vacunas Pfizer / Moderna de dos dosis ”.

Investigadores de la Universidad Northwestern.

Este estudio muestra que la exposición previa al SARS-CoV-2 no garantiza el alto nivel de anticuerpos, ni una sólida respuesta de anticuerpos a la primera dosis de vacuna. En las personas que tuvieron infecciones leves o asintomáticas, su respuesta de anticuerpos a la vacunación es la misma que para las personas que no han estado expuestas con anterioridad. 

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