Más de un año a pasado desde el inicio del confinamiento causado por la emergencia sanitaria que produjo la pandemia de Covid-19. Durante todo este tiempo, las mujeres se volvieron uno de los sectores de la población con más afectaciones ya que ahora adquirieron más responsabilidades laborales, del hogar y de crianza, lo que provoca que en muchos casos tengan una doble y hasta triple jornada laboral.
De acuerdo con Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín, tanto padres y madres de familia hacen un esfuerzo doble, en especialmente las madres, ya que muchas de ellas trabajan y se tienen que ajustar a los recortes salariales que ha producido la pandemia o han tenido que buscar nuevas oportunidades laborales. Otra de sus tareas en muchos casos es lograr que con lo que perciben le alcance a la familia para sobrevivir, y además tienen que encargarse en mayor parte de los cuidados de sus hijos e hijas y del hogar.
Las mujeres, por lo general, dedican en promedio al rededor de 39.7 horas a la semana a labores domésticas, un trabajo el cual no tiene remuneraciones. Esta cifra contrasta con las 15.2 horas semanales que los hombres dedican a las tareas domésticas. Las 78 horas semanales, antes mencionadas, que dedican las mujeres a labores del hogar es lo que se conoce como dobles jornadas laborales.
La pandemia causada por el Covid-19 se ha reflejado en el mercado laboral mexicano y ha mostrado las desigualdades de las mujeres.
Cifras del Instituto Nacional de Estadísticas y Geografía (INEGI) en julio de 2020 había 3 millones de mujeres ocupadas menos que en el mismo mes en 2019. Las desempleadas pasaron de 800 mil a un millón 200 mil, y las no ocupadas de 27 millones 300 mil a 30 millones 500 mil en ese mismo lapso.
Las mujeres que trabajan fueron las más afectadas, ya que, en su mayoría, se empleaban en actividades que fueron consideradas como no esenciales.
A la par de la reducción de trabajos para las mujeres, existe un aumento en el trabajo doméstico, el cual no remunerado y de cuidados.
Durante el segundo trimestre de 2019, en promedio, las mujeres dedicaron 19.4 horas semanales a ellos y los hombres 9.7 horas, mientras que en abril de 2020 las mujeres reportaron 25.7 horas y los hombres 12.5 horas.
Mientras tanto, la presidenta del Instituto Nacional de las Mujeres (Inmujeres), Nadine Gasman, aseguró que una gran parte de la población ha tenido que trasladar su vida pública al espacio privado, en donde se han concentrado actividades de cuidado, educación, trabajo remunerado y no remunerado, siendo las mujeres quienes han asumido la mayoría de las labores extra.
De acuerdo con datos del INEGI, alrededor de 6 de cada diez mujeres en México han sido las responsables del trabajo doméstico y de cuidados durante el confinamiento, frente a 4 de cada 10 hombres.
Por otro lado, datos de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) señalan que en el mundo las mujeres realizan 3 horas diarias de trabajo remunerado y 4.4 horas de labores de cuidados no remuneradas, mientras que los hombres suman 5.4 y 1.4 horas, respectivamente.
Respecto al cuidado de los hijos, el Instituto Nacional de las Mujeres, muestra que al menos, en un cuarto de los hogares del país, existe una persona menor de 6 años; por lo que la suspensión de clases debido a la pandemia provocó que 25.5 millones de personas en edad de ser cuidadas por una persona adulta se queden en sus hogares durante el confinamiento.
Diariamente, madres y padres trabajadores sortean el cuidado de los hijos entre videollamadas y pendientes del trabajo, además de apoyarlos con las tareas escolares, clases virtuales, sumado a los quehaceres domésticos cotidianos”.
Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín
Cifras de la Organización Internacional del Trabajo, a nivel mundial, 56% de las mujeres y 51% de los hombres incrementaron el tiempo que dedican a tareas de cuidado no remuneradas.
Una flexibilidad laboral permite que tanto madres y padres puedan administrarse mejor para cumplir sus roles con el trabajo y la familia, a diferencia de los trabajos rígidos con poca flexibilidad de horario y que en algunos casos los empleados que realizan home office tienen que estar disponibles 24/7.
Pidamos a las empresas que den mayor flexibilidad a madres y padres y a las personas que tienen a su cargo tareas de cuidados con adultos mayores, personas con discapacidad o personas enfermas. Además de fomentar una cultura organizacional donde se busque igualar prestaciones para hombres y mujeres, para así fomentar una corresponsabilidad de cuidados en las familias desde el centro de trabajo y no sólo recaigan en las mujeres todas estas tareas de cuidado y crianza, realizando dobles y hasta triples jornadas laborales”.
Aideé Zamorano, fundadora de Mamá Godín.