Según la Encuesta sobre el Impacto Generado por Covid-19 en las Empresas (ECOVID-IE segunda edición) 2020 del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI), el teletrabajo o home office es una medida que las empresas probablemente adopten de forma permanente.
Asimismo México es el país de Latinoamérica donde el teletrabajo ha tenido mayor aceptación y destacan las expectativas de continuar con esta modalidad, ya que al 84% de las personas, aun con la emergencia sanitaria, le ha gustado vivir la experiencia del home office, de acuerdo con la recién publicada Encuesta regional 2020: ¿Cómo se transformó el ámbito laboral y familiar?, encabezada por IAE Business School. Además, expone que antes de la pandemia solo un 34% trabajaba de forma remota de tiempo completo y 10% algunos días de la semana, mientras que durante la pandemia 68% de los mexicanos encuestados tenía esquemas de home office a tiempo completo y 11% algunos días de la semana.
Aroldo Dovalina, CEO de Paynom y fundador de Doca Capital, revela que gracias a la tecnología hoy es posible que las empresas adopten con éxito el teletrabajo y disminuyan los riesgos asociados a esta modalidad laboral, entre ellos el estrés financiero, el cual se ha acentuado debido a que muchas personas no pueden cubrir al 100% sus gastos.
De hecho, recientemente, el Consejo Nacional de Evaluación de la Política de Desarrollo Social (Coneval) informó que en el primer trimestre de 2021 aumentó de 45.1 a 50.1 millones el número de personas que debido a sus ingresos no puede cubrir el costo de una canasta básica alimentaria y el ingreso laboral real promedio de la población ocupada a nivel nacional fue de 4,456.58 pesos al mes.
Sin embargo, la Encuesta Telefónica sobre Covid-19 y Mercado Laboral (Ecovid-ML) del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (INEGI) expone que en julio de 2020 el 41.6% de las personas que conservó su empleo reportó una disminución de sus ingresos y de los 24.5 millones de subordinados remunerados, 6.2 millones fueron suspendidos y de éstos el 38.5% recibió su sueldo completo, 31.7% lo recibió de forma parcial y 29.8% no recibió pago.
El CEO de Paynom explica que la tecnología ofrece a las empresas una serie de alternativas que puede ayudar a sus colaboradores a minimizar el estrés ocasionado por la falta de dinero. “Partimos de una realidad apremiante: el 75% de los colaboradores se queda sin dinero antes de recibir el siguiente pago de nómina. Hoy, gracias a la tecnología, con solo descargar una app al celular, los trabajadores pueden acceder a servicios digitales como el anticipo de nómina, que les permite solicitar por adelantado un porcentaje del salario que ya trabajaron. Este tipo de apps les ayuda a evitar créditos de nómina o préstamos informales que pueden cobrar tasas de interés que van del 10% mensual hasta el 5% diario. También pueden pagar servicios como la luz, finiquitar deudas, ahorrar para el retiro directamente en su Cuenta AFORE, comprar seguros y tiempo aire, hacer transferencias electrónicas, realizar compras online de primera necesidad y solicitar asistencia médica telefónica gratuita”.
Aroldo Dovalina refiere que a través de innovaciones digitales como TLTrabajo, solución creada por Sodexo Beneficios e Incentivos en alianza con Paynom, las empresas pueden cumplir en tiempo y forma las reformas al Artículo 311 de la Ley Federal del Trabajo, ya que les facilita la entrega de una cantidad mensual a sus colaboradores para que realicen el pago de servicios como telefonía, internet y luz. Esta herramienta proporciona a los trabajadores los recursos necesarios para mejorar su calidad de vida y al mismo tiempo reducir el estrés financiero”.
También hay que resaltar que antes de la pandemia se evidenció que solo el 43% de los adultos mexicanos podría afrontar una emergencia económica con un costo similar a sus ingresos mensuales y con ahorros, y dos de cada tres personas que experimentaron alguna emergencia económica durante tres meses no lograron recuperarse, además de que una de las estrategias utilizadas por la población es posponer los gastos, es decir, prefiere esperar a que los problemas de salud sean demasiado serios como para ser ignorados o a tener suficiente dinero para cubrir los costos, según cifras publicadas en la Política Nacional de Inclusión Financiera 2020.