Google propuso la desaparición de las cookies, así como los cambios en la política de privacidad en la App Store de Mac darán a los usuarios el poder de decidir qué tipos de anuncios quieren recibir en su teléfono antes de descargar una aplicación o, si quiera, si deciden darle permiso a la herramienta para enviar publicidad.
Asimismo, puede sonar a una panacea, un mundo ideal donde las aplicaciones son gratis y no nos tenemos que reventar un comercial cada vez que abramos nuestro juego favorito en el celular, o bien, mientras navegamos por Facebook.
Estos cambios ponen los pelos de punta a las desarrolladoras de todos los tamaños, pues sus ingresos se basan en la publicidad.
Sin embargo de acuerdo con el reporte del cuarto trimestre del año anterior de Facebook, la publicidad representó ingresos por 84 mil 169 millones de dólares en todo 2020, lo que alcanzaría para construir 10 refinerías de Dos Bocas (a su precio original de ocho mil millones de dólares).
Por si fuera poco, la publicidad representó 97 de cada 100 dólares en ingresos para la red social más grande del mundo.
Cuando un multimillonario negocio está en la línea, no queda más que defenderlo. Y esta es la misma historia de las pequeñas, medianas y grandes desarrolladoras de aplicaciones, que si se mantienen en la App Store, podrían quedarse sin ingresos por publicidad.
Para presionar a Apple, la red social de Mark Zuckerberg dijo el año pasado que si la empresa de la manzana aplicaba esos cambios, no tendría sentido para ellos mantenerse dentro de la App Store.
Mientras Apple alista el lanzamiento de sus nuevas políticas de privacidad en el Sistema Operativo iOS 14, los desarrolladores se lanzan contra la compañía con demandas por prácticas anticompetitivas y la creación de alianzas para detener una acción que los puede llevar a la quiebra.
En enero, de acuerdo con el medio The Information, Facebook preparaba una demanda contra Apple por prácticas monopólicas.
Por separado, desarrolladores como Spotify y Epic Games, de la mano de otras 11 empresas hicieron una alianza contra la empresa de Cupertino, California, acusándola de querer controlar el mercado para sacar jugosas comisiones y dejar a las apps sin ingresos.