Anunció la farmacéutica estadunidense el viernes en un comunicado que la vacuna de Johnson & Johnson contra el covid-19 tiene una eficacia general del 66%, aunque menor en Sudáfrica, país donde se está propagando una variante del coronavirus más contagiosa.

Asimismo la vacuna, que solo precisa de una inyección, resulta eficaz en un 85% para prevenir las formas graves de la enfermedad, de acuerdo con un extenso ensayo clínico.

Sin embargo las vacunas de los laboratorios estadunidenses Pfizer y Moderna, la de Johnson & Johnson envía instrucciones genéticas a las células humanas para crear una proteína específica contra el SARS-CoV-2, con el objetivo de entrenar al sistema inmunitario para el virus vivo. 

Es así como Pfizer y Moderna usan moléculas de ARN monocatenario, mientras que la vacuna de Janssen despliega un ADN de doble cadena que se convierte en ARN dentro de las células humanas para alcanzar el mismo objetivo.  

El ADN lleva a cuestas una versión modificada y no replicada de un resfriado común que causa adenovirus. Este virus actúa como vehículo para entregar carga genética en el núcleo de células humanas. 

Las vacunas de AstraZeneca, Sputnik y CanSino usan una técnica similar, conocida como “vacunas de vector adenoviral”. Son más resistentes que los punteros inmunizates de ARN y pueden ser almacenadas en temperaturas de refrigeradores, por lo que no precisan congeladores especiales.

Por Liliana Sandoval Galindo

Lic. en Trabajo Social por parte del Instituto Mexicano de Psicooncología (IMPo), Periodista de Oficio. Gerente de Operaciones en Visor Empresarial.

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