El desarrollo del Tren Maya fue protegido antes del las elecciones intermedias por el gobierno federal, siendo que 85.9 por ciento del valor del proyecto ya está comprometido, en pocas palabras, está sujeto a un contrato.
Según Hacienda, a partir del inició la actual administración hasta el día de ayer, se han otorgado 257 contratos por 138 mil 615 millones de pesos, de un proyecto valuado en 161 mil 356 millones de pesos.
Debido a todos los contratos, la obra esta comprometida desde Palenque, Chiapas, a Escárcega, Campeche; sigue a Mérida, Yucatán, posteriormente a Cancún, y de ahí a Tulum, ambos en Quintana Roo.
Una de las asignaciones más reciente fue para el equipo rodante del proyecto; 42 trenes por 36 mil 563 millones de pesos, al consorcio de Bombardier y Alstom, los cuales tienen como fecha de firma el día 9 de junio, tres días después de la elección que determinará la Cámara de Diputados, de la que depende el Presupuesto de Egresos.
Los tramos que fueron designados al Ejército corresponden de Tulum a Chetumal, de ahí a Escárcega, pasando por Calakmul, además de el trazo de Cancún a Playa del Carmen.
Explicó e director del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura (Imexdi), Edmundo Gamas, que en el caso hipotético que la oposición gane la Cámara de Diputados, se puede ver afectada la viabilidad de la obra frente a los posibles ajustes al presupuesto que le ha sido asignado.
Esto porque la pregunta que falta por responder es si el proyecto tiene sentido. Su viabilidad puede ser en el tramo de Mérida hasta Tulum, por el flujo de viajeros, pero el resto no está claro. Es un motivo de preocupación. La oposición puede decidir que el proyecto no hace sentido económico y por lo menos detener algunos tramos”.
Edmundo Gamas, director del Instituto Mexicano de Desarrollo de Infraestructura (Imexdi).
La etapa de pruebas operativas de la obra ferroviaria están programadas para finales de 2023.