Edelman Trust Barometer por 21 años ha monitoreado los niveles de confianza de la población de más de 20 países en cuatro instituciones: gobierno, empresas, ONG y medios de comunicación. Los resultados globales y para México en 2021 reflejan la incertidumbre vivida durante un año lleno de transformaciones aceleradas y reajustes de prioridades sociales.
Releva estudio para México que las personas no saben en dónde buscar información confiable ni a quién recurrir para obtenerla. La pandemia global de información, conocida como infodemia, ha menoscabado la confianza en las fuentes de información, donde las redes sociales (47%) cayeron 14 puntos, posicionándose como el medio menos confiable, por debajo de los medios tradicionales (62%) y de los medios propios (64%). Por su parte, los motores de búsqueda (70%) tuvieron una caída de siete puntos, pero se mantuvieron como el medio más confiable en el país.
En México, la confianza en empresas fue la menos volátil durante el último año, manteniendo un nivel positivo de confianza del 71%: fueron la única institución en ganar puntos desde la última edición del estudio, mientras que las otras instituciones tuvieron caídas significativas en puntajes. Es la primera vez en los últimos cinco años que las ONG bajan al segundo sitio de confianza, con el 67%, mientras que los medios de comunicación obtuvieron 53%, catalogándolas como instituciones con confianza neutra. El gobierno es la única institución que se encuentra en terrenos de desconfianza en México (44%), con 12 puntos menos desde la medición de mayo de 2020.
Es así como las empresas son la única institución que se considera competente y ética en México; de hecho, las empresas son la única institución que los encuestados consideran competente en el país, con 40 puntos por encima del gobierno.
Sin embargo cuando se trata de encontrar soluciones a los problemas más urgentes, las personas encuestadas reportaron que es más difícil confiar en que sus líderes hagan lo correcto. Solo el 29% de los mexicanos reportaron confiar en que los líderes gubernamentales hagan lo correcto en momentos de crisis. Sin embargo, afirmaron confiar en las personas más cercanas, como “gente en mi comunidad local” (60%) o el “CEO de la empresa en la que trabajo” (74%). En 2021, los mexicanos siguen confiando en los científicos (80%) por encima de los demás líderes, incluso tras sufrir una disminución de ocho puntos desde el 2020.
Las expectativas de que los CEO cumplan un papel como líderes en temas sociales se han reforzado, abriendo la posibilidad de que las acciones empresariales impacten directamente en el bienestar de los empleados y en la confianza. El 91% de los encuestados afirman que esperan que los CEO tomen alguna postura pública sobre desafíos relevantes socialmente como el impacto de la pandemia, conflictos sociales o la automatización en el trabajo.
De acuerdo con el estudio: consumir frecuentemente noticias, evitar cámaras de eco informativas (echo chambers), verificar la información y no replicar información sin antes validarla, son los cuatro pasos que toma alguien que cuenta con buenos hábitos de consumo de información. De los encuestados, solo el 30% cuentan con buenos hábitos de consumo de información, el 34% tienen moderado cuidado al consumir información y el 36% afirmaron tener poco cuidado en sus hábitos de consumo de información.
También el 60% de los mexicanos encuestados dijeron compartir o reenviar noticias que les parecen interesantes; sin embargo, de estos, solo el 36% realizan los cuatro pasos que demuestran buenos hábitos de consumo antes de compartir o reenviar noticias. Casi 2 de cada 3 personas que comparten información en México no validan la veracidad de esta.
Los malos hábitos de consumo informativo, aunado con la pérdida confianza en voceros tradicionales, ha debilitado la credibilidad. El 73% dijeron estar preocupados de que en este contexto de crisis los funcionarios del gobierno estén tratando de engañar a través de declaraciones falsas y exageraciones, acentuando el estado actual de la infodemia.
La pandemia se sumó a la lista de miedos individuales y sociales, pero no es la principal preocupación en México
Las personas en México, dicen tener más miedo a perder su trabajo (67%), al cambio climático (56%), o a perder libertades ciudadanas (50%) que a contagiarse de Covid-19 (49%). Las preocupaciones de los empleados han sido latentes durante la pandemia y se han potenciado en parte por el acelerado ritmo con el que las empresas reemplazan a sus trabajadores por Inteligencia Artificial o robots, situación que al 63% de los encuestados les preocupa. Aun cuando contagiarse de Covid-19 figura como un miedo menor, 75% dijeron estar dispuestos a vacunarse inmediatamente o dentro de un plazo de 6 a 12 meses.
Los encuestado reportaron también un aumento en la urgencia de abordar problemas básicos en México, como: mejorar el sistema de salud (74 puntos más importante que hace un año); mejorar el sistema educativo (71 puntos más importante); o disminuir la brecha económica y social (60 puntos más importante que en 2020).
Los resultados de dicho estudio reflejan la necesidad de los mexicanos por encontrar líderes sociales que les provean de información segura, acciones concretas y respuestas ante la incertidumbre. El 72% de los encuestados dijeron estar de acuerdo con que los CEO intervengan cuando el gobierno no puede arreglar los problemas sociales y 66% dijeron que deben tomar la iniciativa para generar cambios sin esperar a que el gobierno los imponga. Asimismo, 1 de cada 2 encuestados dijo estar de acuerdo con que los CEO se responsabilicen de sus acciones y rindan cuentas al público, no solo ante sus accionistas
Los directivos y ejecutivos empresariales tienen la oportunidad y responsabilidad de inocular a las audiencias contra la infodemia, proteger a sus empleados y comunidades cercanas durante esta etapa de cambios acelerados y preocupaciones sociales, proporcionándoles información de calidad y verificable. Las empresas incrementan sus niveles de confianza cuando protegen la calidad de la información, abriendo un camino para crear bienestar para la población, sus comunidades y empleados.